"El Llano es y seguirá siendo el refugio del descontento, el refugio delo que hemos sido siempre; porque el Llano, a pesar de toda su transculturación, no se muere nunca; porque queda la nostalgia, el recuerdo, queda la música, queda ese cuento que pasa de padre a hijo para que no se lo lleve el olvido" José León Tapia


8 de junio de 2014

La Rubiera - Maylida Armas

 La Rubiera
 Los viejos de antes contaban, en esas noches de luna y alcaravanes, que sus mayores les decían que en     " LA RUBIERA"   fueron enterrados vivos, en los cuatro puntos cardinales del hato y por separado, un hombre , un perro, un toro y un caballo, para que nunca faltara gente, vigilancia, ganado y bestias.... También es fama que un mayordomo, en ocasión de tener " un rodeo cogido", echó una maldición: "  Ah malaya se presentara el demonio para que me haga  una "  majada" donde encerrar  estos animales"   Le daría el alma!!!!
 


Maylida Armas E.
Ingeniero Civil , Educadora,
 Investigadora de la Cultura llanera





 La palabra "Rubiera", tiene para nosotros significados relacionados con "travesura", destrozo" o escándalo social, financiero o político. Actualmente se aplica casi siempre a una travesura o desaguisado de los niños.

Angel Rosenblat, en su libro "Buenas y Malas palabras", nos cuenta un poco sobre el origen del término y su definitiva vinculación con la familia Mier y Terán, propietarios del famoso hato La Cruz, también conocido como La Cruz Rubiera.

"  El Dr. Francisco Monroy Pittaluga, en " Cazorla",  un libro ejemplar en su género, recoge la siguiente versión: En el Guárico, en la región donde hoy está Cazorla, era famoso ya en el siglo XVIII el Hato de la Cruz, que durante una época, fue el mas grande de Venezuela. Los dueños eran los Mier y Terán, y el primogénito de la familia se apodaba tradicionalmente "el Rubio", porque los Mier y Terán eran, o habían sido rubios. El hato se llamó por eso "La Cruz Rubiera", o simplemente "La Rubiera", nombre con que pasó a la historia, y sobre todo a la leyenda. Según la tradición, el primer "Rubio" que fundó el hato hizo enterrar vivos, para que fuesen los espíritus familiares protectores de la fundación, a un negro y una negra, un toro y una vaca, un caballo y una yegua y otras parejas de animales, todos de color negro. Y asi, según la leyenda, un negro con el pecho cubierto en una cobija colorada y la cabeza cubierta con un gorro de piel de araguato, montado en un potro enlutado, recorría - y se afirma que aún recorre - las sabanas y palmares vecinos acechando a los visitantes. A veces aparecía sobre un  venado gigantesco en las costas del río Guariquito, y se oía en la noche el eco de su risa o el redoble de los cascos de la cabalgadura. Era Juan Bautista, el fiel esclavo enterrado, que velaba por la fundación. Y no se sabe - dice Monroy Pittaluga - si fue a ese "Rubio", o a uno de sus descendientes, a quien le ocurrió el famoso suceso que cuenta la leyenda:

De  España aguardaba el caballero, desde hacía varios meses, la llegada de sus padres, y aconteció que éstos se presentaron justamente una noche en que el Rubio no se encontraba en el hato. Su esposa, una bella y joven dama, que contínuamente soportaba sus celos, optó por cederle a los viajeros su alcoba hasta la mañana siguiente. Mas dió la casualidad que el marido regresó al filo de media noche y entró en el aposento. A la luz de la luna llena, estupefacto, contempló en el lecho de su esposa las formas dormidas de un hombre y una mujer. Con toda calma desenfundó entonces la pistola y montó la pareja de gatillos. La respiración de los durmientes era dulce y profunda. Disparó a boca de jarro, primero sobre el padre y luego sobre la madre, quienes pasaron de un sueño a otro, instantáneamente"

De ahí, según la tradición, ha quedado la frase: "  Fulano ha hecho una rubiera".

La historia y la leyenda que se tejió sobre el famoso hato, ha dado lugar a muchas investigaciones, poemas, canciones y libros. Horacio Cabrera Sifontes, en su  obra La Rubiera, detalla la  creación del hato y de la leyenda, dejando ver que la misma se formó por las creencias y supersticiones propias de la cultura popular. Pero, ¿hasta que punto es conveniente buscar el lado lógico a las leyendas? ¿Podemos en verdad, bajo un criterio científico y documentado, destruir el imaginario de los pueblos?.

La tradición popular relaciona los supuestos hechos ocurridos en el hato La Cruz Rubiera  con  la  leyenda de la famosa Majada  sin trancas, y sobre esas historias, se han hilado muchos escritos.

Uno de ellos quedó plasmado en la composición del famoso coplero apureño José Romero Bello, titulada La Rubiera. En el reverso de la carátula del Lp, quedó plasmada una carta del   poeta Germán Fleitas Beroes, donde cuenta la historia que escuchó desde su niñez:
 
" Escucha José Romero:
El nombre de este Long -Play encierra toda una época....
"  La Cruz",  hato famoso enclavado en el corazón de los llanos del Sur del Guárico, junto a Cazorla, fue fundado por uno de los primeros MIER  y TERÁN llegados a estas tierras, procedentes  de allende los mares. Hombre de gran tesón, a quien llamaban familiarmente "  el rubio",  por ser éste de tez muy blanca, cabellos amarillos y ojos azules.
En pocos años "  La Cruz"   fue creciendo en sabana, se multiplicaron las bestias, aumentaron considerablemente las vacadas, y fueron cambiados por onzas de oro, interminables puntas de novillos que marchaban todos los años con rumbo a los mercados del centro, siguiendo ariscos el dulce sonsonete de las coplas.

Crecía aquella propiedad vertiginosamente, y crecía también el núcleo familiar, bajo la mirada paternal de don Sebastián, uno de los primeros fundadores. Y los llaneros de entonces comenzaron a llamar aquel inmenso paño de sabana: "  LA CRUZ RUBIERA"   y años después: "  LA RUBIERA", simple y llanamente, bajo cuyo nombre se hizo famoso.
De eso hace muchos años... Dos siglos. Tal vez mas....

Llegó a tener ciento sesenta (160) leguas de sabana, y es considerado por todos los llaneros , como uno de los hatos mas ricos que ha existido en Venezuela, en toda su historia.
Pero si rico  fue en hacienda, también lo fue en leyenda: Todavía se habla del "  familiar de la Rubiera", abuelo, tal vez, del famoso " familiar de Altamira...."


Los viejos de antes contaban, en esas noches de luna y alcaravanes, que sus mayores les decían que en     " LA RUBIERA"   fueron enterrados vivos, en los cuatro puntos cardinales del hato y por separado, un hombre , un perro, un toro y un caballo, para que nunca faltara gente, vigilancia, ganado y bestias.... También es fama que un mayordomo, en ocasión de tener " un rodeo cogido", echó una maldición: "  Ah malaya se presentara el demonio para que me haga  una "  majada" donde encerrar  estos animales"   Le daría el alma!!!!


En la noche se presentó un indio, dientes de oro, y vino el diálogo:

-¿Para donde va, zambo?

-Voy para Apure a parar unas "  majadas"

-Fabríqueme una!

-Convenido!

El mayordomo se fue a dormir, y a la mañana siguiente, como por arte de magia, el indio tenía  la "majada"    lista.

Cuando el mayordomo le fue a pagar el trabajo, se dio cuenta de que todo estaba perfecto; pero los tranqueros no tenían las trancas pasadas.

-¿Que pasó con las trancas que no están metidas?

-Esas las meterá usted, respondió el forastero, porque yo no hago la cruz ni jugando!!!


El hombre desapareció en medio de una llamarada, un fuerte olor a azufre quedó bamboleando de monte a monte, mientras que el mayordomo, con la cara lívida de espanto, ensilló presuroso su caballo y se fue a Calabozo a confesarse con el cura. Era el Diablo....
Este famoso hato guariqueño pasó a manos del General Juan Vicente Gómez, y cuando no era ni la sombra de lo que fue, los vaqueros daban por terminados todos los años los trabajos de llano, cuando habían castrado cuatro mil (40000) toros. Cuando eso  ya el hato estaba en ruinas.... Hace pocos años esta inmensa propiedad fue dividida en hatos pequeños, y hoy solo queda de "  LA RUBIERA".... el nombre  y las leyendas.


Cruzando una vez por sus sabanas, me vino el recuerdo infantil de las consejas que me contaban mis padres y abuelos, llaneros de pura cepa, en aquellas noches guariqueñas, de " casos"   y aparecidos, cuando el perfume  de los naranjos en flor jugueteaba con los rayos de la luna sobre los tramos de los viejos corrales, cuando el monótono run-run del chinchorro, bajo el ala amorosa del caney, se confundía con el canto de los aguaitacaminos....Y escribí un corrido: " La Majada del Diablo".  A lo mejor algún día te encargarás tu mismo de grabarlo



Atentamente

Germán Fleitas Beroes


   

 Mata de la altamirera
donde empieza la leyenda
para que ustedes me entiendan
va la explicación primera
pongo rumbo y primavera
me dirijo hacia Cazorla
pasaré por pensacola
El caballo y La quesera
sigo la marcha viajera
y caminaré de día
se  alarga la travesía
para entrar a la Rubiera

Dicen que fue el Sr. Rubio

que compró esa fundación
no había mucho cimarrón
cuando empezó ese negocio
y la señora y el socio
el hijo y el capataz
los otros iban detrás
haciéndole ver la cosa
la tarea tan peligrosa
que se comenta jamás

Primero compro una vaca

y un toro negro azabache
ahí fue que empezó el despache
a la orilla de una mata
cantaba una paraulata
y empezó la sepultura
en medio de la llanura
vivos los echó a los dos
y sin permiso de Dios
me parece una locura

Compró una yegua orejana

y un caballo negro tinto
y siempre seria distinto
enterrar en la sabana
siguiendo ley soberana
la que impuso Lucifer
para conseguir con él
morocotas a montones
rebaños de cimarrones
y hatajos de corcel

Enterró un par de venados

y dos borricos también
dos perros de quien a quien
dos gatos negros vendados
dos alcaraván rayado
y enterró dos patos reales
y así muchos animales
todos enterrados vivos
los compromisos cumplidos
tenían que ser muy cabales


Así empezó la Rubiera
A prosperar de momento
Porque ya ese testamento
Se escucha por vez primera
El alerta mas certera
La historia mas descalabro
Ese pacto con el Diablo
De un hombre tan ambicioso
a ser rico y poderoso
Sin importarle aquel cuadro


 Cuentan los mismos peones
Que cuando iba a sabanear
Que no se podían gritar
En ningunas condiciones
Donde hubieran de a montones
solo menos que podían
Porque se oía que venían
Gritandole de otra parte
sigue que voy a encontrarte

otra voz entremetia


Así seguía la porfía
Y nunca veían al otro
Salia corriendo en su potro
Y el peón desaparecía
Era el diablo que quería
Llevarse hombres inocentes
Y hubieron muchos valientes
Que todavía están perdidos
En los palmares dormidos
De la Rubiera indolente

 El capitán del infierno
Se portó buen caporal
Hizo un hermoso corral
Para que el esclavo eterno
El dueño de los avernos
Hizo en menos de una noche
De corazón de alcornoque
Traído de su región
Eso causó admiración
Ver el diablo en este boche

 Y aquí termina señores
Esta famosa leyenda
Que en mis tiempos de contienda
Se suscitó en la Rubiera
Es una historia cualquiera
Donde triunfó Lucifer
que por un grandioso saber
En una noche llanera

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