"El Llano es y seguirá siendo el refugio del descontento, el refugio delo que hemos sido siempre; porque el Llano, a pesar de toda su transculturación, no se muere nunca; porque queda la nostalgia, el recuerdo, queda la música, queda ese cuento que pasa de padre a hijo para que no se lo lleve el olvido" José León Tapia


8 de junio de 2014

Los Primeros Automóviles en Cojedes - Argenis Agüero



 Los Primeros Automóviles en  Cojedes


 La llegada de la novedosa máquina a cualquier población del territorio nacional se asociaba con la llegada del progreso, por lo que la espera de dicho medio de transporte se convertía en ansia colectiva para los pobladores, que asociaban su llegada con la incorporación al desarrollo de su región.



 
Argenis Agüero
Antropólogo, 
Educador e Historiador


 



La política de Estado trazada por el general Gómez tuvo como eje fundamental la integración territorial, lo cual le permitió un mayor dominio político y militar, al facilitarle acceso y control rápido a cualquier lugar de Venezuela. En 1910 emitió un decreto estableciendo que el 50% de las inversiones en obras serian para el estudio, construcción, mantenimiento y reparación de carreteras y caminos, y 6 años después, en agosto de 1916, decretó “La Gran Carretera de Occidente”, que partiendo de Caracas uniría todas las capitales de los estados centrales hasta llegar a San Cristóbal en Táchira.
 
Las vías que empezaron a construirse no eran las mismas que requirieron los medios de transporte del siglo XIX, ya que apareció y se expandió por todo el territorio el representante más significativo de la tecnología moderna: El automóvil. Rápidamente se convirtió en un bien muy preciado, que a la vez era indicativo de la posición social y económica del propietario. Su costo era elevado, ubicándose entre los 3.400 Bs que costaba un Ford hasta los 7.500 Bs que costaba un Studebaker (precio de 1916). De ésta manera el automóvil se erige como uno de los indicadores del progreso, reflejado como tal en los informes del Ministerio de Obras Públicas de 1920, donde se señala que el país contaba con un automóvil por cada 1.400 Habitantes, lo que lo colocaba al nivel de España, Brasil y Perú.
 
La llegada de la novedosa máquina a cualquier población del territorio nacional se asociaba con la llegada del progreso, por lo que la espera de dicho medio de transporte se convertía en ansia colectiva para los pobladores, que asociaban su llegada con la incorporación al desarrollo de su región. El número de vehículos fue aumentando de forma progresiva, desatando una marcada competencia entre los representantes de las principales empresas fabricantes y, según acota Ciro Caraballo Perichi en su libro “Obras Públicas , Fiestas y Mensajes” (1981), un promedio de 275 vehículos al año fueron importados entre 1913 y 1919, mientras que para 1925 la Ford importó un promedio de 100 vehículos mensuales.
 
El estado Cojedes no se quedó atrás en ese proceso de modernización de vías y transportes, siendo una de las primeras regiones que contó con la presencia del moderno aparato. El diario “El Universal” ofrece en su edición del 04 de enero de 1916 la siguiente noticia: “el Tinaco, diciembre 19. El primer automóvil que recorre hoy las calles de esta población y que continúa su gira hasta la capital del estado, refleja el perfecto buen estado de nuestras vías de comunicación”. En otra nota del 21 de junio del mismo año “El Universal” ofrece la siguiente reseña: “anoche llegó a ésta ciudad de San Carlos en su automóvil Ford, guiado por el hábil chauffer Trino Guerra, en viaje desde Villa de Cura, el Doctor José Rangel”. En el mes de febrero de 1916 el periódico “Lampos Tinaqueros” señala que ya había en el estado Cojedes 03 automóviles y algunas personas en Tinaco estaban interesadas en comprar otros. En marzo de ese mismo año “Lampos Tinaqueros” reseña que estaban por llegar a Tinaco los dos nuevos vehículos adquiridos por el general Ignacio Nuñez y Rafael Mendez Figueredo, con los cuales se elevaría a cinco el número de automóviles en Cojedes.
 
Dada la limitada cantidad y el selectivo uso, que lo convertían en un bien de difícil acceso para la mayoría, algunos propietarios de automóviles ofrecieron en alquiler sus vehículos; así vemos que en marzo de 1916 el general Ignacio Nuñez publica un aviso en “Lampos Tinaqueros” ofreciendo en alquiler su flamante Ford “T”, dicho aviso era el siguiente: “ Se ofrece en alquiler al público de las poblaciones del estado un lujoso automóvil Ford para viajes y paseos bajo las siguientes tarifas: por una hora de paseo dentro del poblado Bs 20, por una hora fuera del poblado Bs 30.
 
Viajes:
De ida y regreso del Tinaco a Caracas Bs 400
De ida y regreso del Tinaco a Valencia Bs 200
De ida y regreso del Tinaco a Tinaquillo Bs 100
De ida y regreso del Tinaco a San Carlos Bs 40
De ida y regreso del Tinaco a El Baúl Bs 250
De ida y regreso del Tinaco a Acarigua Bs 200
De ida y regreso del Tinaco a El Pao para continuar viaje a Valencia y regreso a El Pao Bs 240
 
Nota: No se permiten más de 4 pasajeros en el automóvil. Los viajeros tienen el derecho a permanecer en Caracas y Valencia 2 días además de los que dure el viaje, en las otras poblaciones solo 1 día.
 
Para viajes entre las otras poblaciones del estado entre sí y a Valencia, Caracas y Acarigua, regirán precios y condiciones convencionales concertados por vía telegráfica con el suscrito”.
 
Con el correr del tiempo el automóvil se familiarizó con la vida de los pueblos de Cojedes y las calles de vistieron de macadán para soportar la movilización de los numerosos usuarios del automóvil, aparato que entró a formar parte de la cotidianidad regional.

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