"El Llano es y seguirá siendo el refugio del descontento, el refugio delo que hemos sido siempre; porque el Llano, a pesar de toda su transculturación, no se muere nunca; porque queda la nostalgia, el recuerdo, queda la música, queda ese cuento que pasa de padre a hijo para que no se lo lleve el olvido" José León Tapia


8 de junio de 2014

San Camilo: Legendaria Montaña Apureña - Omar Carrero A

San Camilo: Legendaria Montaña Apureña
 
San Camilo, la legendaria selva de la lengüeta occidental de Apure, estuvo integrada al macizo boscoso de Caparo, Cutufí y Arauca (Colombia), que ocupaba mas de un millón de hectáreas. Condiciones ambientales favorables permitieron el establecimiento de San Camilo, una exuberante matriz forestal que albergó una profusa manifestación de vida y generó un hecho cultural, manifiesto en la aureola mítica que encerraba la selva. 



Omar Carrero Araque

Forestal, Docente
Co-fundador de la Estación 
Experimental de Caparo. 
Baquiano
 




Una intrincada red fluvial compuesta por más de una docena de corrientes de envergadura como las del Sarare, Burgua y Uribante, siempre “de orilla a orilla” y un piso cubierto casi por completo de pequeñas terracetas (zuros o tatucos) de hasta un metro de altura, dificultaban enormemente el tránsito, a tal punto que los llaneros veían a la montaña como el “infierno vivo”; un epíteto bien ganado por las dificultades que encerrada la selva, donde a lo inhóspito del paraje se sumaba su aislamiento y su condición fronteriza que la convirtieron en un paraíso para bandoleros, y salteadores de caminos y, en épocas más recientes, en aliviadero para los grupos de la guerrilla colombiana.

Hoy en día, la selva ha desaparecido casi por completo a pesar del intento del Estado para conservarla, primero declarando parte de ella, unas 430.000 ha como reserva forestal y después como parque nacional (P.N. Río Viejo de 80.000 ha) en un intento por mantener el último relicto de la selva (2). Su historia legendaria sólo permanece en algunas crónicas y en la memoria de los viejos llaneros que aún viven.

Es imperativo el rescate de estas crónicas y estos recuerdos para que no corran la misma suerte que la selva, una tarea a la cual se han abocado los investigadores de las ciencias sociales. La revisión de algunos trabajos dejan ver que San Camilo aparece señalada en las crónicas de los viajeros desde los tiempos de los Welser, con los viajes de Nikolaus Federman (8). Durante la independencia se registra la batalla que perdió allí el Coronel Antonio Nicolás Briceño (El Diablo), cuya derrota permitió su captura y posterior fusilamiento en Barinas, en junio de 1813 (1). También se recuerda que Páez, al mando de 700 soldados pasó por esta montaña en 1819, en viaje de Guasdualito a Barinas (7). Más recientemente, hacia la primera mitad de siglo XX, se reseña el intenso intercambio comercial entre el alto Apure, Táchira y Colombia, sobre todo con el negocio ganadero, que movilizó más de 140.000 reses entre 1935 y 1938, de lo que se desprende que si en cada viaje se arreaban unas 300 reses, fue necesario realizar unos 115 viajes por año (5). El trayecto entre Guasdualito y San Cristóbal es de 300 Km, de los cuales 125 estaban ocupados por la selva.

Las conversas con viejos llaneros recuerdan que la primera parte del viaje se realizaba por la sabana y que los “llaneros de a caballo” eran los encargados de llevar el ganado hasta Los Mangos, una Fundación distante 95 Km de Guasdualito, justo hasta donde comenzaba la montaña, pues desde allí, los “Cagones” se encargaban de las runflas. Éstos eran los peones de pantalón corto que arreaban el ganado a pie. Como dato curioso se señala que para ese tiempo una arroba de carne valía 4,50 Bs en Guasdualito y 6 Bs en San Cristóbal (5).

Se menciona también el paso del Profeta por la montaña en la primera década del siglo pasado. Según testimonio de Erasmo Rosales habitante de San Camilo, su padre conoció al Profeta quien tenía por nombre Laureano Ojeda y escribía salmos en hojas de platanillo (comunicación personal).

El viejo Casimiro Delgado en Guasdualito, con sus 80 y tantos años a cuestas todavía recuerda sus viajes por San Camilo y en un esfuerzo memorístico hilvana algunas coplas en las que mienta las 32 travesías de la montaña (3). Una travesía era el recorrido que se hacía entre uno y otro Paradero, sitios de descanso después de una jornada. El ganado se “paraba” en pequeños claros del bosque, hechos a propósito, con capacidad para 100 -120 reses. Se requerían 8 días para atravesar la montaña llevando ganado, y 4 si se andaba escotero (persona que anda sin maleta o sin bastimento)(4). 

Los Paraderos más nombrados aparecen registrados en documentos de la época o en la memoria de los viajeros que aún quedan, como el caso de Don Pedro Rodríguez en El Cantón de Barinas o Casimiro Delgado en Guasdualito.

Imagen : Por los Llanos de Apure, Calzadilla Valdés
Uniendo los relatos de Casimiro Delgado, Pedro Rodríguez y Calzadilla Valdés, ha sido posible restablecerlos, sobre todo los más conocidos. En las coplas que se cantan en el alto llano se recuerda que la montaña tenía treinta y dos travesías. Las más nombradas fueron: 1. El Escoplo – 2. Rivera – 3. Mi Ruta – 4. El Biscocho – 5. San Agustín – 6. El Hoyo – 7. Palmas Quemadas – 8. Concha – 9. José Miguel – 10. Mancilla – 11. Santo Tomás – 12. Somaza – 13. La Pica – 14. San Ignacio – 15. El Registro – 16. El Burro – 17. Marquito – 18. Marcos Toro 19. La Piedra – 20. Los Isleños – 21. El Rial – 22. Los Guillenes – 23. Bravo Ricaurte – 24. Bruja – 25. Santa Bárbara – 26. La Ceiba – 27. San Juan – 28. El Chiquito – 29 Canoas - 30. Los Medanitos – 31. Tinajas 32. El Puerto.

Los arreos no siempre seguían esta ruta porque las dificultades del terreno, las inundaciones o los grupos de asaltantes los obligaban a desviarse hacia otros paraderos como los de Gritadero – Hospital –– El Loco – Buenos Aires – Tronqueras – La Burusa – La Barriga – Mansilla – Las Tapas – Grifo – El Delito – El Burro – La Piedrita – Cobalongo – Macolla – Pensamiento – Rancho Cuero – Chiricoa – El Tapón – El Burgua – San Roque – Canoas – El Banco – La Ratona – Tinajitas – Casa de Juan Murillo y Buena Vista.

También se recuerdan los sitios que tuvieron renombre por la dificultad que presentaban para sobrepasarlos (el Barrizal de Las Auyamas, Los Pozones de Ricaurte, las Saltanejas de Santo Tomás y el paso del Burgua) (5). 


Igualmente se memora a esos hombres que se hicieron leyenda por su baquía y valor para enfrentar los peligros que encerraba la montaña. Muchas veces sus hazañas eran agrandadas por la imaginación popular lo que al final los hacía ver como seres sobrenaturales, inmortalizados en leyendas, coplas y corridos.

Entre los Caporales se recuerda a Luis Rojas, Santos Blanco y Pantoja, entre los Cabresteros a Casimiro Delgado y, entre “los Cagones” a Pedro Rodríguez. El Caporal era el responsable de las cuentas y gastos del viaje y los negocios en San Cristóbal. El Cabrestero era el responsable de la conducción del ganado hasta el final del viaje. Al cumplirse cada travesía, el Caporal situado en un punto estratégico contaba las reses que entraban a los corrales, si la cuenta daba correcta gritaba Viva La Virgen!!!!, pero si faltaba alguna res se designaba a un grupo de peones para regresar a buscarlas, no pudiendo continuar el viaje hasta tanto no aparecieran (4). Este contratiempo generaba demoras no deseables y aunque generalmente las reses se encontraban con relativa facilidad, dado lo intrincado de la vegetación que les impedía extraviarse, todos los viajeros ponían mucha atención para evitar esta situación.

Dada la necesidad de hacer el arreo a pié por las características del terreno, los peones se protegían con una especie de botines, hechos de cuero crudo. De resto, durante la jornada iban vestidos con un pantalón corto camiseta o franela, un cuchillo y un garrote largo.
 
Nota: En el léxico llanero, el término Montaña tiene significado de bosque o selva y no la geográfica de elevación del terreno.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

1. Antonio Nicolás Briceño - Efemérides Venezolanas
www.efemeridesvenezolanas.com/html/diablo.htm
2. Atlas de Vegetación de Venezuela
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.
Caracas, 1985.
3. Casimiro Delgado
www.guasdualito.com/delgado.php -
4. Calzadilla Valdés, F.
books.google.co.ve/books?isbn=9802760854...
5. Caminos- ganadería – Comercio y poblaciones andinas entre Venezuela y Colombia. Siglos XVI – XX
servidor-opsu.tach.ula.ve/profeso/maldo_h/a/camin_g_c.pdf -
6. Capitulo VI. Ocupación y poblamiento del Gran globo del Uribante
opsu.tach.ula.ve/ascen_acro/maldon_h/cont/capitulo_6.pdf -
7. DOCUMENTO 16 | banrepcultural.org
www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/.../doc16.htm -
8. Federmann, N. 1557.
"Indianische Historia. Ein schöne kurtzweilige Historia Niclaus Federmanns des Jüngern von Ulm erster raise", Ulm, Germany 

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